Últimamente viajo bastante por la red de carreteras del norte de España y he notado extraños cambios en las señalizaciones e indicaciones de la red viaria que no son ni autopistas ni autovías.

El caso es que cada vez hay más línea continua, menos doble carril (cuando digo menos quiero decir que antes había y ahora son zonas pintadas con cebrado) y muchas menos zonas donde poder adelantar de manera segura, en donde antes había rectas de unos 500 metros con visibildad más que suficiente para adelantar, ahora está casi todo línea continua y señal de prohibido.

Extrañamente, sí han mantenido muchas zonas de adelantamiento de dudosa seguridad, como curvas o cambios de rasante sin prácticamente visibilidad.

Que hagan todos estos cambios implica que los conductores cada vez tienen menos lugares de adelantamiento y los que mantienen no son lo suficientemente seguros, pero claro, como hay pocos a veces arriesgas un poco de más para evitar seguir detrás de un camión durante 10 kilómetros más. Esto a su vez implica que los accidentes por estas vías no desciendan, dado que cada vez es necesario arriesgar más para adelantar, y claro, más accidentes significa más restricciones en acciones potencialmente peligrosas como son los adelantamientos.

Y lo más curioso es que muchos de estos cambios coinciden con noticias de los problemas de las autopistas para mantener su funcionamiento de pago.

No quiero ser paranoico, pero cuando me paro a pensarlo un poco, me da la sensación de que está todo demasiado relacionado.