Es increíble que nadie se dé cuenta del verdadero agujero electoral que existe y que no es saciado por ningún partido político. Más allá de algunos grupúsculos anarquistas muy activos, el grueso de la no desdeñable abstención activa procede de gente de izquierda radical que cree firmemente en el socialismo real, no es anarquista ni estalinista y no tiene a nadie a quien votar. Esto fue evidenciado con la aparición fulgurante de Podemos. En los estudios que se hicieron en aquellos días se vio que además de tener más intención de voto que IU la gente lo situaba en el 1 en una escala 1-10 del espectro político mientras situaba entre el 2 y el 3 a IU. Es decir, aquellas primeros simpatizantes de Podemos estaban a la izquierda de Izquierda Unida y procedían predominantemente de la abstención activa no anarquista. Conforme Podemos fue moderando su discurso fue ganando votantes por la derecha y perdiéndolos por la izquierda hasta llegar al desplome reciente a causa del surgimiento de Ciudadanos. Nos encontramos por un lado tres partidos (PSOE, Podemos e IU) apiñados en el moderantismo y en el lado de la izquierda radical únicamente a los repelentes estalinistas del PCPE. Es obvio que hay un abismo entre el PCPE e IU y que un partido que ocupara ese espacio obtendría un buen porcentaje de votos reduciendo a mínimos la abstención activa.

Mientras tanto, las personas ilustradas que creemos en el porvenir socialista de la humanidad y somos inmunes a los cantos de sirena del populismo y el oportunismo, nos vemos abocados a la abstención activa.