Casimiro Fernández, vecino de Connecticut aunque de padres granadinos, había padecido de ceguera total en ambos ojos desde que sufrió un accidente a los 5 años. Tras una dura rehabilitación terminó aprendiendo a convivir en la oscuridad con su nueva realidad. Fue en uno de los grupos de apoyo a personas discapacitadas donde, con 21 años, encontró a la que sería su futura esposa durante más 30 años y la madre de sus hijos.
Pero todo se torció cuando hace apenas unos meses en el Delaware Oftalmologic Clinical Enterprise (DOCE por sus siglas en inglés) descubrieron un tratamiento que podía revertir su ceguera. Los médicos aseguran que lo primero que Casimiro pudo decir tras la operación fue: "Joder, qué fea que es". La mujer al principio no hizo mucho caso al comentario pensando que se refería a la ropa que llevaba ese día, un conjunto de Ágata Ruiz de la Prada. Sin embargo, empezó a sospechar que el enamoramiento se estaba terminando cuando su marido insistía, una y otra vez, en ver su certificado de nacimiento para asegurarse de que no era realmente un hombre.
"Estábamos cenando en familia y él constantemente me preguntaba: Oye, ¿seguro que esos hijos son míos? Que no me importa si me has sido infiel, ¿eh? Que nadie es perfecto, mujer" - comenta la que ahora es su ex-mujer.
Al preguntarle a Casimiro sobre su punto de vista, este comentó: "La verdad es que no lo vi venir, pero lo había tenido siempre delante de mis ojos. A veces uno en la vida debe sacar coraje y hacer lo que es mejor para todos".