Las ideas de negocio abundan, pero no tanto las que se llevan a cabo. El principal impedimento es la falta de capital necesario para emprender y muy poca gente sabe cómo obtener el dinero. Así, las grandes ideas en varios casos se quedan sólo en sueños, pero con un poco de investigación se hallan algunos métodos.
Entre ellos, el más seguro aunque no mucha gente lo conozca, es optar por un crédito a fondo perdido. Con él se vuelve sencillo desarrollar la idea de negocio para empezar a generar ganancias en un tiempo muy corto. Apenas una pequeña parte de la población lo conoce, lo cual es un desperdicio de la herramienta.
Se trata de un subsidio que otorgan algunos países a los emprendedores mediante un concurso. Lo bueno de este crédito es que no se generan intereses ni comisiones. Ni siquiera hay que devolver el dinero prestado, así que se obtienen ganancias netas apenas la startup comience a producir.
El objetivo de estos fondos es mover la economía del país a través de estas nuevas empresas. De esta manera, se satisfacen las necesidades del mercado, se crean nuevos sectores y finalmente, los países ganan ingresos con los impuestos que pagan las empresas. Esta relación de ganar-ganar es la mejor que se puede esperar en cualquier transacción comercial.
Sin embargo, no siempre es posible acceder a los fondos porque hay que superar todas las etapas del concurso antes de que lo aprueben. En primera instancia, todo el papeleo de la empresa debe estar en orden para comprobar que sea verídica. Esto a veces es un impedimento porque registrar una empresa en algunos países costoso, por lo que habría que recurrir a alternativas como los créditos sin intereses.
El proceso continúa en la fase en la que el personal revisa la viabilidad técnica y financiera del proyecto. Es una opinión bastante subjetiva porque las empresas en nuevos nichos son vistas como de alto riesgo en la mayoría de ocasiones, por lo que suelen ser descartadas en este punto.
En la selección, los organismos competentes dan los créditos si los proyectos superaron las dos etapas previas. Es bastante difícil llegar hasta aquí por la competencia tan grande que hay, en especial si la idea no trata de algún sector en auge en el país. En cambio, los préstamos con ASNEF son una alternativa mucho más segura porque son aprobados en la inmensa mayoría de casos.