El poder del mimetismo y del autoplacebo hacen que tarde o temprano nos convirtamos en aquello que fingimos ser o en lo que pensamos que somos. Sí, es muy probable que si finges sentirte bien, si te fuerzas a reír, si piensas en parajes tranquilos y luminosos o en personas queridas, te sentirás bien —te sentirás como lo que simulas—, pero, acaso, esto también revela que, si fingir se convierte en realidad, el mundo es una ilusión.
|
etiquetas: psicología , personalidad , pensamientos