140 caracteres pueden alegrarte el día o arruinarte la vida para siempre. Aquella mañana, como siempre, Manuel Torrado tomó su Iphone y accedió a su cuenta de Twitter. El primer twitt que encontró fue uno de su mujer, enviado a las 7 de la mañana, que decía: @matorrado Antes de volver arráncale los brazos y la cabeza y déjalos dentro de una bolsa en el maletero del coche. Via
twitter.com/#!/ese_nubio/status/68104012637016064