El cartelismo político es uno de los fenómenos artísticos más notables de la Rusia revolucionaria. El lenguaje visual de los carteles de este periodo consiste en símbolos impactantes, sencillos y claros, comprensibles para las masas populares.
Permitía al artista dialogar directamente con la calle. Durante los primeros años del poder soviético fue precisamente el cartelismo lo que contribuyó a la formación del nuevo hombre. Los protagonistas de los carteles eran obreros, soldados del Ejército Rojo y campesinos, que personifican el poder del pueblo.
El cartelismo de los primeros años de poder soviético reflejaba los problemas cruciales del proceso de formación del nuevo Estado, de cuyas soluciones exitosas dependía su futura pervivencia.