Intel no está en el mercado de los teléfonos inteligentes y Nokia no está tan «casada» con ARM como otros fabricantes. Aunque Intel esté sacando teléfonos con Windows (y su romance con Microsoft es largo), no ha garantizado que en el futuro lo siga haciendo, es más, ya juega con Android. ¿Se necesitan mutuamente ambas empresas? Artículo de opinión en inglés.
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