La complicidad de la Iglesia con los asesinos (a los que siempre encubrió y bendijo) es un hecho demasiado frecuente en la Historia como para que pretendan darnos lecciones de moralidad o de Biología. Algunos están a favor del aborto, otros respetamos la libertad de elección y, siempre, la despenalización, mientras otros esperan, una vez nacidos, “disfrutarlos” o, incluso, “bendecirlos” en su ejecución. Fuente original:
charlatanes.blogspot.com/2009/03/tardio-perplejo-y-convencido.html