Lo que iba a ser una victoria aplastante se ha tornado en apenas seis meses en una ventaja en el alero. El secretario general del PP, Alfonso Rueda, no tuvo reparos en reconocer ayer el desplome electoral experimentado por los populares en Galicia a lo largo de 2012. Las encuestas preveían a finales del pasado año, cuando se celebraron las elecciones generales, un triunfo “histórico” para los populares gallegos, que se iba a traducir en la mayor representación parlamentaria obtenida nunca por el partido que preside Alberto Núñez Feijóo.