La ofensiva para recortar a los que menos tienen contrasta bochornosamente con la desvergüenza protagonizada por los que cobran sobresueldos millonarios, despidos de lujo y prevendas de todo tipo. ¿Sería descabellado hablar de un Salario Máximo? ¿Sería posible y ético ponerle un tope al enriquecimiento? ¿Por que esto suena como una barbaridad mientras nos parece lo más normal proponer recortes de un salario mínimo ya de por sí ridículo?
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