Patrick O'Donoghue, obispo de Lancaster, asegura que los católicos con educación universitaria difunden el escepticismo y siembran disenso. En lugar de seguir las enseñanzas de la iglesia, son "hedonistas", "egoístas" y "egocéntricos". Según dice, la educación masiva "tiene un lado oscuro" que ha derivado en "una sociedad fragmentada que margina a Dios y donde muchas personas creen erróneamente que pueden llevar vidas felices y productivas sin él".