Da igual la edad que tengas, seguro que sientes nostalgia de vez en cuando, ya sea por una película que te impactó, un libro que te emocionó, o un videojuego que absorbió decenas de horas de tu vida. Lo malo (o lo bueno) es que el tiempo nunca para, y poco a poco esos recuerdos se pierden, esas obras caen en el olvido, y todo el mundo se centra en el nuevo remake, en la nueva secuela o en un nuevo juego que supuestamente está inspirado en un clásico pero que no tiene nada que ver.