Tras varios coqueteos y romances con el mundo de los videojuegos, la Hollywood de principios de los 90 comenzó a llevar las mayores licencias de consola y recreativos a las salas de cine. Firmando el libreto, nada menos que un Paul Dini responsable del exitazo de Batman: la serie animada. Como ganchos para el espectador, una Alyssa Milano que había enamorado a medio planeta y Robert Patrick en el papel de villano. ¡El mismísimo T-1000 de Terminator 2! ¿Qué podía salir mal?
|
etiquetas: double dragon , nostalgia , videojuegos , cine , adaptación