Puede que no dispongas inmediatamente de 4 horas para ver el despiadado y divertidísimo documental de Harris Brewis sobre el problema de plagio de YouTube, pero las personas a las que va dirigido se escabulleron a la oscuridad en tiempo real tras su publicación este fin de semana. Uno de ellos, James Somerton, pasó de burlarse a pedir disculpas y a borrar por completo su presencia en Internet mientras transcurrían las 3 horas, 51 minutos y 9 segundos.
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