Actualizar el léxico, un arma de doble filo. Tampoco parece saludable optar por traducir los vocablos al lenguaje actual sin filtro. Los escritores han de esforzarse por saber qué significaban las cosas en su contexto y desde ahí, salir en la búsqueda de fórmulas originales que las actualicen sin traición al espíritu que las animó. Encontramos ejemplos en los que los personajes de otras épocas se expresan como la audiencia a la que se dirigen. Series como Roma (HBO) o Brittania (Sky) han optado por adobar un lenguaje con guiños a la actualidad.
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