Muchos ancianos prefieren la tranquilidad del senado a otros destinos como Benidorm o un parador nacional. "El Senado al fin y al cabo siempre se concibió como un destino para aquellas personas que, habiendo ya trabajado toda su vida y llegado el momento en el que no pueden valerse por sí mismas, buscan un lugar tranquilo en el que poder descansar sin sobresaltos, leer, echar largas siestas…" Muchos ancianos agradecen este nuevo destino turístico “mucho más tranquilo que Benidorm” pero igualmente rebosante de actividades inútiles.