Las negociaciones para un gobierno de coalición entre Unidas Podemos y el PSOE parece que han desvelado por fin el escollo definitivo: la reticencia de Sánchez a permitir que el líder morado, Pablo Iglesias, le quite un ápice de protagonismo y sex-appeal en su nuevo gabinete.
Comentarios
Son flexibles, también se conforman con una tal Irena Montera
Paul Churchill
He caido
Si proponen a un tal Carlos Alberto seguro que dicen que sí.
Es que El Jueves no tiene ya ni puta gracia.