Un partido cabe apuntar que en ningún caso fue benéfico. Desde la Federación se especulaba que se ingresarían unos 5 millones de euros, de los cuales les quedarían unos 2 limpios. De hecho, a la RFEF le costó 3 millones: Un millón es lo que les cobró el Real Madrid para cederles el campo y otros dos fueron para la CBF, que no acudió gratis a la lucha contra el racismo.