Ir al campo de fútbol, aparcas tu coche en el aparcamiento del estadio en donde quieras y gratis, compra una entrada más económica que en el cine, con tu bocadilllo, tus pipas, la radio escuchando el carrusel o escuchando música disco, tu litrin de cerveza de resaca, tus amiguetes, encontrarte con tus vecinos, te sientas donde quieras, aparcas donde quieras, animas, ríes, te lamentas. El portero del equipo todo el mundo lo conoce en El Barrio. Todo eso mientras portas con orgullo tu camiseta de hace diez años, última vez que ascendimos a segunB