Recuerdo hace algunos años cuando se empezó a utilizar la palabra magufo para referirse a la típica persona que renegaba de la ciencia y se montaba su realidad alternativa con flores de Bach, reiki, homeopatía, chemtrails, etc. A mí me hacía mucha gracia el término, y me divertía ver como muchos de los que eran magufos porque desconfiaban de las vacunas o de los antibióticos (esos que descubrió por casualidad un tal Fleming) fumaban Marlboro y los sábados se metían alguna raya de farlopa.
Con el magufo hubo tolerancia cero en algunos sitios de Internet, existiendo en alguno que otro el voto negativo que tenia entre otras razones la de "magufo". Y así se consiguió que la razón se impusiese sobre la superstición a base de negativos.
Hoy en día las cosas han cambiado, y los magufos parece que son una opción más a la que hay que tolerar... ¡Porque hay que ser tolerante! Una opción que en medio de una pandemia que ha matado a muchísima gente en todo el mundo aconseja no protegerse y no proteger a los demás, apelando a una supuesta "libertad" que no es más que irresponsabilidad y comportamiento antisocial. Hoy en día los magufos van armados y confeccionan listas señalando a científicos y llamándolos asesinos, y también han conseguido cierta influencia en la política que hasta cierto punto desestabiliza, o trata de desestabilizar, a gobiernos elegidos legítimamente por el pueblo.
El magufo ha mutado, es peligroso, y no tiene ninguna gracia.