El peligro de exagerar la amenaza fascista sin desenmascarar el capitalismo que la sostiene, en cualquiera de sus formas. Quienes la exageran, suelen acompañar su discurso con una invitación a que se elija el mal menor. La burguesía cuenta, de un lado, con partidos que abiertamente presentan un programa que defiende sus intereses y, de otro lado, con la socialdemocracia, que aplica matizadamente el mismo programa, pero aglutinando bajo sus faldas a todo aquel que la eligen porque si no, llegarían los fascistas al gobierno.