Una pregunta muy hispanistaní, que los que regentan un bar tal vez sepan responder. El fenómeno del llamado "garrafón" es bastante conocido. Mi opinión es que en el 99% de los casos no es más que producto de algo que no tiene nada que ver con la calidad del alcohol, como vasos mal lavados con restos de detergente que dan mal sabor o copas mal puestas con demasiado alcohol. ¿Es cierto que, como dueños de locales de hostelería, los proveedores ofrecen calidades A, B y C, o es una leyenda urbana?