Cuando el sudor entra en contacto con otros componentes, las bacterias salen a escena y da comienzo la verbena de los malos aromas. Y en los pies abundan las glándulas sudoríparas. ¿Lo peor? Una de esas bacterias es la misma que se utiliza para la fermentación de los quesos. Ahora lo entenderás todo…
Comentarios
serán los tuyos, los míos huelen perfectamente