Es posible que tengamos que alejarnos de las cosas, desvirtuarlas, desfigurarlas, mantener en pie la duración del sueño, y el sueño mismo que cada cual anhela, porque soñamos porque estamos despiertos. Vamos más allá al encuentro, para imponerle al azar y al destino la ley de la coincidencia. Por ello, nosotros, los sin-pareja de Jaén, honestos, conscientes del reto de no mentirnos, de no mentir, de no engañar ni engañarnos, con voluntad firme de alegría compartida, somos la excepción y el virtuoso peligro. Somos los singles.