Alexa, el conocido asistente virtual de Amazon fue introducido en Estados Unidos en 2015 a través de Amazon Echo, el altavoz inteligente de la compañía. Desde entonces, y contrastando con su auge, la popularidad del nombre "Alexa" para recién nacidos ha caído en picado, según las estadísticas oficiales del Gobierno de Estados Unidos. El conflicto radica en que para invocar a "Alexa", hay que iniciar la petición diciendo "Alexa...", por lo que dos "Alexa" en casa (humano y asistente virtual), crean un pequeño caos que se prefiere evitar.