Una revisión radical de la seguridad en los aeropuertos internacionales de Australia es el primer paso hacia la meta del gobierno de automatizar el 90% de procesamiento de pasajeros aéreos para 2020. Según el gobierno, el sistema será el primero de su tipo en el mundo: los pasajeros no tendrán que mostrar sus pasaportes, sino que serán procesados por reconocimiento biométrico de sus caras, irises y/o huellas dactilares. Se quiere probar la tecnología en julio en Camberra. [ Noticia original traducida al español:
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