Para aquellos que aún estáis utilizando CSS y os preguntáis si vale la pena utilizar SASS, la respuesta es afirmativa. Los que no lo sepáis que es Sass, se define como una extensión de CSS que añade características muy potentes y elegantes a este lenguaje de estilos. Sass permite el uso de variables, reglas CSS anidadas, mixins, importación de hojas de estilos y muchas otras características, al tiempo que mantiene la compatibilidad con CSS.
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