Publicado hace 9 años por lechugafuriosa a elconfidencial.com

Resulta irresistible. Un dispositivo que registra nuestros movimientos y que ofrece al usuario todo tipo de información sobre su actividad es demasiado tentador. Los amantes de los 'gadgets' no pueden eludir los cantos de sirena de unas pulseras o pinzas que nos acompañan y se conectan con el ordenador o móvil para volcar los datos. “¡Mira! Hoy he caminado 8 kilómetros”. Y sin embargo, los llamados 'wearables' cuentan con una cara B que no todo el mundo conoce: un tercio de los mismos acaba en el cajón acumulando polvo.