Como modelo de referencia para la construcción de embarcaciones, el cliente entregaba a los carpinteros de ribera una maqueta a escala. José Joaquín Eres heredó por tradición familiar el arte del maquetismo naval y en su pequeño taller de Luanco (Asturias) se dedicaba en el año 2000 a construir réplicas de embarcaciones basándose en los planos levantados por sus constructores.