Ricardo Flores Magón participó en el ciclo revolucionario de México en la década de 1910. Propuso un anarquismo de clase basado en la acción directa.
El anarquismo revolucionario no es una corriente política que exista sólo en Europa Occidental. Algunos izquierdistas posmodernos ven la perspectiva de una revolución mundial como un proyecto colonial para imponer el universalismo occidental. Así justifican la aceptación de las tradiciones comunales con sus jerarquías y su moral patriarcal. Las comunidades indígenas de México, de Chiapas o de Oaxaca, se presentan entonces como emancipadoras.
Pero México también alberga una verdadera cultura libertaria. Ricardo Flores Magon encarna este movimiento anarquista y revolucionario. Participó en numerosas revueltas en México en la década de 1910. Se puso del lado de los ilegales, de los bandidos, de los rebeldes. Sus textos incitan a la acción y a la insurrección, lejos de la resignación posmoderna y del fatalismo comercial. El movimiento magonista sigue existiendo, aunque los anarquistas prefieran mediatizar las payasadas del subcomandante Marcos.
Llamada a la insurrección
"En la palidez del paisaje emerge la silueta de un gigante: la insurrección", escribe Ricardo Flores Magón. Evoca, con lirismo y pasión, las distintas revueltas obreras. A pesar de su fracaso, reviven la perspectiva de una ruptura con la barbarie capitalista. "Así viven las clases dominantes, del sufrimiento y la muerte de las clases dominadas. Pobres y ricos, oprimidos y déspotas, engañados por el hábito y las costumbres ancestrales, consideran esta situación absurda como natural", subraya Ricardo Flores Magón. Ofrece un verdadero análisis de clase de la sociedad. También ataca los valores tradicionales que imponen la aceptación del orden social.
Pero el pensamiento crítico puede transformar al esclavo en rebelde. Aunque la teoría no sustituya a la acción, que es esencial para transformar verdaderamente la sociedad. "El derecho a la revuelta penetra en las conciencias. El descontento crece, el malestar se hace insoportable. La protesta estalla y todo arde", continúa Ricardo Flores Magon. La conciencia de clase permite el surgimiento de una ira espontánea que no proviene de ninguna vanguardia. La revuelta aparece como un soplo de aire, indispensable para vivir.
El anarquista ilegalista prefiere al ladrón que al mendigo que pide limosna de rodillas ante el burgués. La dignidad del ladrón se vuelve preferible a la sumisión del ciudadano honesto que se postra ante la legalidad burguesa. "Al violar las leyes promulgadas por la burguesía, no hago sino restablecer la justicia burlada por los ricos, que roban a los pobres en nombre de la ley", escribe Ricardo Flores Magón.
La revolución significa romper la ley. El cambio político parece imposible en el marco de la legalidad definida por quienes dirigen el orden social. "El revolucionario es un ilegalista por excelencia. El hombre cuyas acciones se ajustan siempre a la ley será, en el mejor de los casos, un animal bien domesticado, pero nunca un revolucionario", analiza Ricardo Flores Magón.
El principio mismo de la ley es prohibir que los proletarios se rebelen. La ley se basa en la expropiación en beneficio de la burguesía. "Todas las libertades conquistadas por la humanidad son obra de ilegalistas que se han apoderado de las leyes para reducirlas a escombros", recuerda Ricardo Flores Magón. La revuelta debe dejar los caminos marcados para favorecer la transgresión.
El gobierno no puede cambiar la sociedad porque expresa la dominación de una clase sobre otra. El revolucionario rechaza el poder del Estado. "Todo gobierno es tiránico en esencia, ya que se opone a la libre iniciativa del individuo y sólo sirve para mantener un estado social impropio de la realización del ser humano", subraya Ricardo Flores Magón.
El trabajador se aleja del trabajo y de la máquina. Las condiciones de explotación hacen que corran el riesgo de sufrir lesiones en cualquier momento y que deban someterse a una actividad mecánica y agotadora.
El revolucionario insiste en la espontaneidad de la revuelta popular. El proletariado no necesita escuchar a los teóricos anarquistas o izquierdistas para expresar su ira y comprender las injusticias. "Podrán comprobar que la gente sencilla, dispuesta a ser libre y feliz a cualquier precio, no necesita ir al instituto, ni conocer el significado de las palabras boicot y huelga general, para apoderarse a hierro y fuego de la riqueza social que unos pocos bandidos han acaparado", subraya Ricardo Flores Magón.
Destruir el capitalismo
La miseria y la tiranía provienen de una causa concreta: la propiedad individual. "Su persistencia mantiene a la humanidad en dos clases, el rico y el pobre, el que tiene todo y el que no tiene nada", analiza Ricardo Flores Magón. La paz puede surgir cuando el pueblo se apodera de los medios de producción.
Pero ningún líder puede sacar al pueblo de la pobreza. Las reformas se limitan a amortiguar la ira sin resolver ningún problema. "Cualquier reforma que pretenda acabar con la pobreza y la injusticia sólo aliviará por un momento el sufrimiento de los de abajo, los proletarios que hicieron la revolución", observa Ricardo Flores Magón. La propiedad privada y todas las formas de autoridad deben ser abolidas.
Pero los propios pobres se ven tentados a defender una forma de propiedad privada. Sin embargo, la autoexplotación y la pequeña propiedad individual tampoco son una solución. "Además, el trabajo de un hombre, incluso con la ayuda de su familia, en su propia parcela se asemeja al realizado bajo las órdenes de un patrón", afirma Ricardo Flores Magón. Además, el pequeño propietario tiene que pagar impuestos para financiar a los jueces, la policía y los funcionarios que tienen que impedir cualquier revuelta contra el capitalismo.
La apropiación colectiva de la tierra parece ser la verdadera solución para los campesinos. La actividad colectiva permite aliviar la dureza del trabajo. "Si la tierra es de propiedad y se cultiva en común, quienes la trabajen sólo tendrán que dedicar tres o cuatro horas al día, unos meses al año", propuso Ricardo Flores Magón. Junto con la tierra, hay que poner en común todos los medios de producción y de transporte para reorganizar la sociedad. Esta sociedad comunista también debe abolir la autoridad necesaria para mantener un orden social injusto.
Los textos del revolucionario mexicano recogen los análisis del comunismo libertario expresados de forma sencilla y directa. Insiste en las causas de los problemas sociales, con la propiedad de los medios de producción, en lugar de proponerse arreglar sus consecuencias. Insiste en la espontaneidad de la revuelta. La conciencia de clase no proviene de ninguna vanguardia, partido o sindicato, y menos aún de los pedagogos libertarios que piensan que sólo las conferencias sobre anarquismo pueden desencadenar la ira.
No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia, según Karl Marx. Y es sobre todo la lucha la que determina la teoría, no al revés. Los proletarios ya ven las injusticias y experimentan directamente la miseria sin necesidad de explicarles este fenómeno. Su reflexión parte de sus propias condiciones de vida. Les queda propagar el deseo revolucionario de derribar el mundo comercial.
Fuente: Ricardo Flores Magon, , Traducido por Michel Velazquez, L'Insomniaque, 1990 (reimpreso por Libertalia, 2008)
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Para ir más allá :
Radio: Debate público con Mitchell Verter sobre Ricardo Flores Magon y la revolución mexicana, conferencia publicada en el sitio web de la CNT-AIT de Toulouse
Dossier México: Diciembre de 1910: Un levantamiento de armas al grito de "Tierra y Libertad", publicado en la revista Alternative Libertaire n°201, diciembre de 2010
"Ricardo Flores-Magón y la Revolución Mexicana", folleto publicado por el sindicato local de Montreal de Nefac en 2004
"Américo Nunes, Ricardo Flores Magón : utopía y mito del comunismo en México (1908-1922)", publicado en la revista L'Echaudée n°2 en invierno de 2012.
Hélène, "Ricardo Flores Magon y Emiliano Zapata: la comunidad india como base de una sociedad futura", publicado en L'Affranchi nº 14 (primavera - verano 1997)
Ricardo Flores Magon en el sitio web de Anarsonore
David Doillon, "De l'anarchiste comme figure littéraire dans l'œuvre de Ricardo Flores Magón", publicado en la revista A Contretemps n°34 en mayo de 2009
Les anarchistes dans la révolution mexicaine, publicado en el sitio web del Collectif Anarchiste de Traduction et de Scannérisation de Caen
Traducido por Jorge Joya
Original: www.zones-subversives.com/2014/04/l-anarchisme-revolutionnaire-de-flor