Elementos de la filosofía anarquista

La idea de la democracia en la filosofía política anarquista está inextricablemente ligada a la creación de una visión del mundo y de la vida humana, en el corazón de la imaginación anarquista. 

"El anarquismo es una ética y un ethos (un carácter, un orden normativo interiorizado, un conjunto de nociones éticas que regulan la vida), además de ser una teoría política". [1]

Sobre la necesidad de la ausencia de preconcepción:

El anarquismo se basa en la idea de la ausencia de un orden natural o extra socialmente preconcebido y en la afirmación de que los propios hombres construyen su propio mundo. [2]

La ausencia de un orden preconcebido, ya sea de forma natural o trascendente, lleva a diferir la propia determinación del orden a la capacidad instituyente de los hombres, en un cuestionamiento ilimitado.

La actividad política de los hombres, la creación explícita de una institución de la sociedad por una colectividad que se instituye a sí misma se establece sobre esta ausencia de orden preconcebido. Cualquier preconcepto priva a la sociedad de esta capacidad de instituirse para apoyarse en un demiurgo o demiurgos, buenos o malos, no importa.

"Dios aparece, el hombre se aniquila a sí mismo; y cuanto más grande es la Divinidad, más miserable se vuelve la humanidad". [3]

"Reconocimiento de la capacidad instituyente intrínseca a la acción colectiva. Esta desposesión impuesta por lo sagrado, por la exterioridad o trascendencia del legislador, preside también la organización del espacio social." [4]

"La presencia de lo sagrado -esencia de la religión- es testigo de la desposesión original que excluye de la práctica social

La in-determinación e in-finitud del caos inicial, tomado no en el sentido de desorden sino en el de vacío, de un sin fondo que remite a la idea de una matriz primordial, hace posible el surgimiento de los seres humanos, responsables de sus creaciones y de sus destinos. Esto constituye el fundamento de la autonomía humana.

"El hombre, como todo lo demás en el mundo, es un ser completamente material. ...el único creador de todo nuestro mundo ideal..." [5]

Lo indeterminado hace posible la determinación. Lo in-finito sitúa al humano entre el vacío, el caos y su propia finitud: su muerte.

La ausencia de trascendencia devuelve al humano a su propio límite biológico y elimina toda esperanza de una vida mejor más adelante.

"La vida, tomada en este sentido universal, no es la aplicación de ninguna teoría humana o divina, es una creación, habríamos dicho de buen grado, si no temiéramos dar lugar a un malentendido con esta palabra. [6]

Bakunin evocará en estos términos a "los pueblos,... creadores de su propia historia". Quien dice creación parece decir creador y nosotros rechazamos la existencia de un único creador tanto para el mundo humano como para el mundo físico, ambos, además, forman uno solo a nuestros ojos. Incluso cuando hablamos de los pueblos como creadores de su propia historia, somos conscientes de estar utilizando una expresión metafórica, una comparación impropia. Cada pueblo es un ser colectivo, que sin duda posee propiedades fisiológicas-psicológicas y político-sociales particulares que, al distinguirlo de todos los demás pueblos, lo individualizan de alguna manera; pero nunca es un individuo, un ser único e indivisible, en el sentido real de la palabra." [7]

Orden, leyes y justicia :

A partir de ahí, la noción de justicia no encuentra su legitimidad en un orden trascendente, dictado y enmarcado por las tablas de la Ley, ni en humeantes conjeturas naturales sobre tendencias naturales supuestamente insuperables, sino en la comunidad política autoinstituida.

Ésta, para esperar seguir siendo justa, no conoce otros límites que los que se fija a sí misma, que son constantemente reexaminados y amenazados por los excesos y el orgullo de los hombres.

La idea de una humanidad que se instituye a sí misma está ligada a la idea de la autocreación del hombre.

A esto hay que añadir que "la regulación y el control de la acción colectiva es, en las sociedades humanas, el nivel propio de la política" [8].

Para ello, hay que reunir una serie de elementos:

No hay ninguna ley social que se conozca o se imponga de antemano;

No hay ninguna ley social que sea válida de una vez por todas y en todas partes;

Es necesario establecer una ley contra los elementos caóticos y los riesgos de posibles excesos que puede llevar el ser humano, pero estos elementos no hacen imposible el movimiento de autocreación.

"La esencia del hombre es la autocreación. El hombre es aquel cuya obra no puede ser atribuida por la naturaleza o por una falta original o por un destino particular concedido por lo divino; es obra de sí mismo.

El hombre es la base de lo que le va a pasar... decide y decide por su cuenta y riesgo, dentro de los límites impuestos por la naturaleza.

La democracia, un proceso dinámico

La democracia no es un estado de cosas sino un proceso permanente de institucionalización, plural y abierto. Es un proceso de creación histórica que puede ser constantemente cuestionado por cualquier miembro de la comunidad. No se trata en absoluto de la declinación de un programa preestablecido o de tablas de leyes ancestrales o de argumentaciones pseudohistóricas que permiten bloquear la creación encerrándola en calificativos depredadores como proyecto utópico, espíritu de soñadores...

La democracia debe ser el fruto de la reflexión de todos los ciudadanos que son libres en sus palabras y acciones.

La participación de todos los ciudadanos en la actividad legislativa, gubernativa y judicial no es un dispositivo indefinido y nebuloso, ni una vaga aspiración en un futuro más o menos próximo, ni una declaración de principios no aplicada, aunque constitucional.

Para no hundirse en discusiones ociosas, la participación de todos en la autocreación social requiere mecanismos reales y vivos que se reformulen constantemente a través del debate público.

Disposiciones legales que faciliten la participación de todos:

Las leyes deben ser efectivamente conocidas por todos, para que todos puedan verlas en su forma final, incluyendo todos los supuestos en los que se basaron las decisiones finales y los debates sobre los hechos importantes que llevaron a la ley.

Todo ciudadano debe tener la oportunidad de proponer su propia moción y defenderla o, por el contrario, intervenir para oponerse a ella. Una moción no sólo puede ser rechazada, sino que puede meter al promotor en serios problemas. El proponente de una moción puede ser condenado por ilegal si la moción se considera perjudicial o incompatible con la constitución de la ciudad.

La obligación de expresar claramente la propia opinión sobre los asuntos públicos,

El fomento de la expresión de los derechos cívicos: es el corolario de la propuesta anterior y podría estudiarse para aquellos que no toman partido ni por desinterés en los asuntos públicos ni por oportunismo, mientras la ciudad está dividida por un conflicto,

La democracia a través de la pluralidad de opiniones expresadas y escuchadas:

La democracia es el régimen que se basa en la pluralidad de opiniones]. Su verdad, si la hay, se construye mediante la confrontación, la oposición, el diálogo; y no podría existir si la idea, o más bien la ilusión, de una verdad adquirida de una vez por todas se hiciera socialmente efectiva y dominante. Esta confrontación de opiniones requiere, por supuesto, el más riguroso control y crítica recíprocos; y esta reciprocidad es precisamente indispensable: cada uno defiende una opinión que considera correcta y políticamente relevante, y es para hacerla triunfar que critica y combate las opiniones de los demás.

La democracia y la creación de espacios públicos:

La democracia requiere la creación de espacios públicos para las asambleas de toma de decisiones, pero también de lugares donde se pueda expresar la pluralidad de opiniones

El espacio público presupone que los asuntos públicos son conocidos y accesibles para todos y que se imagina un lugar específico donde se discuten y resuelven por todos.

Es un espacio para el debate y la toma de decisiones, un lugar institucional de primera importancia en el corazón de la ciudad. La centralidad del lugar es esencial.¡

Es importante proporcionar un lugar, un espacio público para la libertad de expresión y de pensamiento, para que todas las cuestiones relacionadas con los asuntos de la sociedad puedan expresarse, no en una ley abstracta, sino en un discurso continuo y efectivo. Recordemos que la autoinstitución es permanente. La construcción de la democracia debe animar continuamente el proyecto de sociedad.

La democracia, expresión de un sujeto político:

También es muy importante especificar el tema político: ¿quién habla? ¿Quién participa? ¿Quién lo propone? ¿Quién decide?

¿El pueblo crea la ley...?

Bakunin advirtió

¿Se trata de un conjunto de actores sociales, seres humanos, con sus singularidades, sus aposiciones y oposiciones, sus acuerdos y conflictos, temporales o más permanentes, agrupados dentro de una sociedad determinada? ¿O es una entidad particular y abstracta...? Un sujeto colectivo no es lo mismo que una pluralidad de sujetos.

Es importante localizar claramente los límites del tema. ¿Quién es? ¿Y qué hace?

Es importante recordar que lo esencial no es sólo la ley, los derechos y deberes, las leyes, sino ¿quién hace la ley? ¿Y quién decide cómo se aplica y cómo se ejerce?

La democracia representativa se basa en los derechos, pero se basa en la privación del derecho primordial a decidir y a trabajar.

¿Qué son los derechos humanos cuando las personas no deciden las grandes orientaciones de la vida de la sociedad de la que son miembros? ¿Cuáles son sus derechos como ciudadano cuando sólo puede delegar en alguien, de quien no sabemos nada, para que nos represente?

Para contribuir a la creación de este nuevo sujeto histórico necesario para la autonomía generalizada, indispensable para la organización anarquista de la sociedad, es importante que el sujeto se defina por la finalidad y la intencionalidad del acto por el que decide, ya sea individual o colectivo.

Aquí encontramos la problemática de la capacidad política del sujeto.

La capacidad de decidir y la autonomía pertenecen a la colectividad: un sujeto social rodea al individuo y lo conduce y anima a participar y decidir en el marco colectivo e institucionalmente determinado. La obligación social que puede resultar de ello no es lo mismo que la obediencia, ya que ha habido participación en la decisión previa.

La democracia, expresión de un sujeto político que actúa y decide:

El anarquismo defiende la democracia directa y ésta se basa en algunos principios elementales fundamentales que es bueno recordar y que encuentran su explicación en lo que se ha escrito anteriormente.

La necesaria no permanencia de los mandatos: es importante para evitar la profesionalización de la representación y fomentar la participación de todos en la vida pública.

La rotación de los mandatos se inscribe en la misma voluntad de que el conjunto de los miembros ejerza funciones y misiones bajo el control constante del Consejo.

El sorteo es también una práctica que busca la máxima participación de los miembros de la sociedad.

El mandato imperativo: la representación no es un cheque en blanco y es importante recordar que es el cuerpo social el que decide incluso en el marco de su representación.

Como conclusión provisional:

"El anarquismo no propone la sociedad transparente, la desaparición de todo conflicto, el fin de toda división, la armonía global... Pero el anarquismo constata que toda sociedad basada en la división dominante-dominada transforma la justicia en interés del más fuerte, y que en una sociedad estatal, la Ley es sólo la voluntad declarada de los conquistadores sobre cómo quieren que se gobiernen sus súbditos... Para lograr un régimen justo, donde se reconozca la libertad y la igualdad de todos, es necesario abolir la dominación, es decir, construir un sistema sociopolítico en el que la capacidad de instituir pertenezca a la colectividad y no a una parte separada del resto.

La anarquía es, pues, una figura, una forma organizativa, un principio constitutivo (arquetípico) de un tipo de sociedad concebida como una estructura compleja, conflictiva (pero no políticamente dividida en dos), inacabada y en evolución indefinida, basada en la autonomía del sujeto de la acción. Esto implica el abandono del paradigma de la dominación... y la supresión de toda forma de organización jerárquica de la autoridad institucional.anarkhia es un principio que se opone a un principio de mando (arkhe) o de dominación.

El anarquismo propone la institución de una sociedad sin limitaciones políticas, una sociedad igualitaria, la abolición de la diferencia de rangos y fortunas.

Y el Individuo... El problema es complejo, la sociedad no es un conglomerado de perfecciones, ni una suma de individuos. La autonomía es necesariamente contextual, nadie es autónomo, ni aislado del mundo ni en un mundo heterónomo. [9]

"Mi libertad se completa y amplía con la libertad del otro". Bakunin

[1] Eduardo Colombo, el espacio político de la anarquía, taller de creación libertaria, 2008

[2] Eduardo Colombo, el espacio político de la anarquía, taller de creación libertaria, 2008

[3] Bakunin, Dios y el Estado,

[4] Eduardo Colombo, el espacio político de la anarquía, taller de creación libertaria, 2008

[5] Bakunin, Dios y el Estado,

[6] Bakunin, federalismo, socialismo y antiteología

[7] Bakunin, federalismo, socialismo y antiteología

[8] Eduardo Colombo, el espacio político de la anarquía, taller de creación libertaria, 2008

[9] Eduardo Colombo, el espacio político de la anarquía, taller de creación libertaria, 2008

Fuente : Réflexions Libertaires via Groupe de réflexion Pour une Décroissance Communiste Libertaire

 Traducido por Jorge Joya

Original: www.socialisme-libertaire.fr/2014/10/elements-de-philosophie-anarchist