Selección de la Enciclopedia Anarquista:
RACIONALISMO : n. m.
"Al igual que oponemos el método científico a la creencia dogmática, oponemos el racionalismo a la religión. El racionalista es partidario de la primacía de la razón en todos los ámbitos. El creyente sólo admite esta primacía en ámbitos ajenos a su fe religiosa (sería más exacto especificar: su fe religiosa personal). Porque acepta que los dogmas de otras religiones deben ser analizados y discutidos sin miramientos, tamizados por el libre examen y refutados. Este trabajo crítico le parece incluso necesario y beneficioso, al menos en la medida en que puede disminuir al adversario y reforzar sus propias concepciones -que, por supuesto, le está prohibido tocar bajo cualquier pretexto).
La razón de esta actitud es fácil de ver. Las creencias no se basan en hechos probados, en conocimientos adquiridos y siempre controlables. Están hechas de especulaciones y sueños y, cuando son sinceras, sacan su fuerza únicamente del misticismo. En definitiva, es entre el misticismo y el racionalismo donde radica todo el conflicto. Existe una concepción mística del mundo, que pretende explicar los fenómenos (o al menos los principales) por intervenciones sobrenaturales, por poderes invisibles y ocultos, por fuerzas ocultas.
Frente a esta concepción mística (o mágica), se alza la mentalidad racionalista. El racionalista sólo quiere conocer los hechos, con su determinismo. Este estudio le lleva a formular leyes, cuyo conocimiento le resulta precioso, ya que le permite regular su conducta personal a partir de ellas. Todo el progreso humano, todo lo que se llama "civilización", es fruto del método racionalista. Gracias a este método, el hombre ha conseguido descubrir algunos de los secretos de la naturaleza. Tan pronto como el individuo ha logrado adquirir un conocimiento racional de cualquier asunto, el misticismo se retira. No se puede negar que el campo de lo sobrenatural se ha ido reduciendo todo el tiempo, exactamente en la medida en que el reino de la razón se había desarrollado previamente. El famoso dicho sigue siendo válido: "Cada paso de la razón hacia adelante marca un retroceso del misticismo y la fe".
Todos los esfuerzos que se han intentado, a veces con gran habilidad, para conciliar razón y religión han sido y serán infructuosos. ¿Por qué? Porque ninguna religión dogmática resiste el escrutinio. Cada iglesia aporta su "revelación" más o menos infantil, a menudo incluso grotesca. El método racionalista aniquila fácilmente estas colecciones de leyendas maravillosas, estas fábulas insípidas, estas afirmaciones y prodigios sensacionales... La teología sólo puede ganar y gobernar mediante la autoridad. La razón, en cambio, sólo puede desarrollarse fuera de toda restricción, a través de la luz y la libertad.
Los opositores al racionalismo se oponen:
"Tus argumentos son excelentes mientras te mantengas en el terreno científico, pero carecen de valor cuando te aventuras en el terreno de la metafísica. Hay verdades que siempre eluden la razón y a las que sólo se puede llegar a través de la fe.
Ciertamente, aún nos queda mucho por aprender. La ciencia está lejos de haber resuelto todos los enigmas. Pero la religión es aún más impotente para resolver los problemas humanos. Si esto es así, las religiones están irremediablemente condenadas. Al admitir su impotencia formal para fundamentarlas en la razón, los defensores de las creencias y los misterios religiosos confirman nuestra tesis. No tienen otro recurso que bloquear el camino del examen y la crítica. ¡No toques las "verdades sobrenaturales"! Son cosas eminentemente respetables y sagradas... ¡No perturben la inocente paz de las almas que la religión ayuda a vivir!
Así, en nombre de la tolerancia (...) se pide al racionalismo que ponga la luz bajo el celemín, que no luche contra el dogma y que deje el campo libre al oscurantismo. Mientras tanto, la gente de la iglesia está enseñando sus tonterías a niños de seis o siete años. Como no son conscientes de que el adulto se resiste a sus falsas concepciones, insisten en llevarse primero al niño. La religión le será inculcada tiránicamente. El sacerdote utilizará todo su poder para dominar y doblegar la joven conciencia. Incluso apelará al miedo, y no dudará en utilizar el terrorismo de su despiadado dios, las tétricas (y a la vez cómicas) imágenes del infierno, el purgatorio y el diablo.
Es en nombre de la libertad humana que el racionalismo interviene en favor del niño. El cerebro del niño debe ser preservado de cualquier deformación autoritaria. El educador se limitará, sin presionarle, a poner a su disposición los elementos indispensables para su formación armoniosa y su evolución normal. El racionalismo es el único método verdaderamente emancipador, no sólo en el ámbito religioso, sino en todos los demás ámbitos políticos y sociales. El hombre no logrará nada grande mientras la razón sea despreciada y sacrificada en nombre de los intereses de clase o de casta. ¿Cómo se puede conseguir la paz, la justicia y la fraternidad sin la razón? Trabajemos, pues, sin cesar para educar a los hombres, para fortalecer sus conciencias, para desarrollar en el individuo un ideal lógico, elevado y poderoso. Sólo así la humanidad podrá liberarse y crecer.
- André LORULOT
La Enciclopedia Anarquista es una enciclopedia iniciada por Sébastien Faure, entre 1925 y 1934, publicada en cuatro volúmenes.
FUENTE: Biblioteca Anarquista
Traducido por Jorge Joya
Original: www.socialisme-libertaire.fr/2018/03/rationalisme.html