El Barça, Guardiola, los lacitos amarillos y tu cuñao

Veo mucha alegría por la eliminación de Barça y del City de Guardiola entre el cuñadismo patrio. Y he escuchado varias veces el razonamiento de "así no darán por culo con el lazo amarillo y los presos políticos".

Pues veréis, algunos de esos presos están en la cárcel acusados de TERRORISMO. Sí, sí: TERRORISMO por cortar una carretera o levantar las barreras de un peaje.

Y están presos con la ley en la mano gracias a la reforma legal que surgió tras el cacareado PACTO ANTITERRORISTA que decían iba a servir para acabar -cosa que no hizo- con atentados como el de las Ramblas, pero que realmente ha servido para meter en la cárcel acusados de terrorismo a gente por algo que hace 10 años era impensable en un Estado de Derecho (salvo en Euskadi, claro).

Antes terrorismo era poner una bomba o matar a tiros a alguien -o al menos intentarlo-. Ahora la cosa cambia y al parecer el que sufre un atasco o no tiene que pagar peaje es víctima del terrorismo. Para mí es una falta de respeto a las verdaderas víctimas.

Otros de esos presos lo están por sus IDEAS POLÍTICAS -presos políticos por denición- y lo digo según el auto de juez que mantiene a los Jordis en prisión aduciendo que "siguen teniendo ideas independentistas".

Otro día ya, hablaremos de cómo la justicia de casi cualquier país europeo ha dejado en ridículo a España y su no separación de poderes con los casos de políticos catalanes exiliados y reclamados por delitos que no tienen base legal alguna.

Pero volviendo a la eliminación del Barça y City: Curiosamente muchos de los que se alegran de la eliminación con estos motivos anti lacitos amarillos son los que decían aquella chorrada de "no hay que mezclar fútbol y política". ¿Yo me alegro de que pierda el Barça? Sí, por razones meramente deportivas. Ojalá un Liverpool - Sevilla en la final.

Hasta aquí mi bocachancletá de hoy. Sigan a lo suyo, españoles, que les está quedando un país precioso. Cuando en vez de a por los catalanes, vengan a por otro colectivo en el que alguno de nosotros estemos incluídos, a lo mejor lo entendemos.