Estimado Sr. Simón,
En primer lugar, quisiera agradecerle por su valentía al ponerse al frente del comité técnico. Sé perfectamente lo que pesa la responsabilidad de tener que tomar decisiones, y sé que cuando todo esto pase, usted se irá a su casa con un dolor en el alma para toda la vida. Porque las buenas personas son así, siempre se preguntan si no podrían haber hecho más, si no podrían haber salvado más vidas.
Dicho esto, temo que le hayan podido pasar inadvertidos ciertos peligros que conlleva el cargo que usted ocupa. Me refiero concretamente al peligro de que los políticos le usen como chivo expiatorio de las críticas dirigidas a ellos, y no a usted.
Sr. Simón, usted ha salido hoy en rueda de prensa a defender a su compañero el general Santiago, diciendo que "Utilizar fallos en los discursos para hacer daño no es decente" [1]. Vaya por delante que las declaraciones su compañero son muy graves. Si no me cree, aquí tiene la valoración del periodista de El País Carlos Cué [2]:
"El ministro Marlaska dice que ha sido “un lapsus” del jefe de la Guardia Civil. Él y la ministra Robles insisten en que los derechos fundamentales siguen intactos en el estado de alarma. Juzguen ustedes, pero esto no tiene un pase en una democracia."
Su gesto de defender al Sr. Santiago es de un compañerismo muy loable. Pero lamento informarle de que se ha equivocado de medio a medio, Sr. Simón. Las críticas no tenían por destinatario al Sr. Santiago. Las críticas tenían por destinatario al Sr. Grande-Marlaska, que es el superior político del Sr. Santiago y quien tiene que dar las explicaciones oportunas. Y si no me cree, aquí un razonamiento descarnado y cruel, pero inapelable: a la oposición le importa un carajo cargarse al Sr. Santiago, lo que quiere es cargarse al gobierno. Y a los ciudadanos, lo que nos preocupa es controlar a nuestros cargos electos; no al Sr. Santiago.
Sr. Simón, le están utilizando de parapeto. Los políticos que le rodean se han dedicado a propagar el bulo de que se estaba atacando al Sr. Santiago. ¿Sabe usted por qué han difundido ese bulo, Sr. Simón? Porque no tienen escrúpulos. Porque quieren salvar su culo. Y para eso qué mejor que desviar la crítica hacia otra parte que no sea el gobierno. Por ejemplo, al comité técnico.
Esa bala no era para usted, Sr. Simón, sino para sus responsables políticos. Los mismos que le sonríen y le dan palmaditas en la espalda después de las reuniones. Cuando han visto venir la bala, se han escondido detrás de usted.
Sr. Simón, la política es rastrera y miserable. Ojalá usted se dé cuenta a tiempo, porque es una buena persona, y no merece ser chivo expiatorio de nadie.
[1] www.meneame.net/story/simon-utilizar-fallos-discursos-hacer-dano-no-de