Esta mañana he salido a comprar el pan, como cada sábado, e iba yo pensando en el panorama que me iba a encontrar. ¿Compro pan para un día, o para toda la semana? ¿La panadera se habrá lavado las manos? ¿Cuanta gente pasó por la panadería antes que yo? Y de repende me sorprendí al darme cuenta del absurdo de mi pensamiento y lo irracionales que son los comportamientos colectivos ante situaciones donde no tenemos pautas.
Dejo aquí algunas situaciones que me generan dudas y lo hago con el ánimo de que recapacitemos y tomemos decisiones mejor informadas.
Comida y compras: Id a contracorriente. Comprar en un supermercado es posiblemente la peor idea para combatir una plaga. Cuanto más grande el supermercado, peor. ¿Cuanta gente tocó el carro que estás usando? ¿Cuanta gente pasó por la misma caja antes que tu? La máquina del parking, etc... Probablemente lo mejor es esperar cuatro días y pasar por la tienda cuando no haya nadie. Y si la tienda es pequeña, mucha menos gente habrá pasado por allí.
En los trabajos: Me han contado de empresas que han reunido a todos sus trabajadores para explicarles las medidas que están tomando. Ejem.. ¿Una de las medidas no debería ser mantener distancia de seguridad?
Niños y abuelos: Por un lado existe el riesgo de infectar a los abuelos y matarlos. Pero.. por otro, los abuelos son sedentarios por definición y lo que estamos buscando estos días es evitar la movilidad. Y dejar a los niños con los vecinos o llevarlos al parque no es la mejor manera de evitar contactos.
Los de, el Gobierno no hace nada: Algo de razón tienen, pero algunos esperan que papá Estado se lo resuelva todo. Es de sentido común no meterse en una discoteca, o asistir a manifestaciones o conciertos con la que está cayendo. El otro día leía por aquí a un meneante indignado porque volvía de viaje y nadie le había hecho ningún control en el aeropuerto. ¿Se lo habría hecho el?
Los gremios: Cansado estoy de ver colectivos aprovechando la situación para conseguir beneficios. Lo importante hoy es tomar medidas adecuadas. Mañana ya habraremos de como compensar. Esto nos va a joder a todos. No hace falta que los comerciantes nos digan que perderán ventas, que los hoteles y restaudores estarán vacíos o que la fruta se estropea en el campo. Pero esos no son temas para tratar hoy, sino en las próximas semanas.