Todos anhelamos el día en que por fin podamos salir a la calle, Esto va a ser como el disparo del cohete en las Fiestas de San Fermín. No va a quedar en casa ni Dios, ni siquiera esas monjas de clausura que jugaban con un balón en el jardín de su monasterio. Entonces sentiremos que hemos ganado la guerra, que la hemos ganado todos juntos, los azules, los rojos, los morados, los naranjas, y todos los demás. La alegría, no tendrá límites, ni colores. Y creo que harían bien los Ayuntamientos, en ir preparando fuegos artificiales y grandes conciertos con el poco dinero que haya podido quedar en sus arcas, para celebrarlo a lo grande, porque la alegría no durará mucho. Más bien parecerá un sueño feliz tan grande que no olvidaremos nunca, porque a los ciudadanos, pocas veces se nos permite tener esa clase de sueños. Y cuando despertemos al día siguiente, nuestros políticos, esos azules, rojos, morados, naranjas, y todos los demás, nos devolverán a las cavernas de sus luchas fratricidas, tirándose los trastos a la cabeza, echándose en cara sus miserias, y arrastrándonos a los demás en una nueva lucha de todos contra todos por supuestos grandiosos ideales, banderas, y nacionalidades de todo signo, mirando al pasado, y poniendo el ventilador del "y tu más".
Nos están diciendo que todo va a cambiar, que nada volverá a ser lo mismo, lo malo es que eso mismo lo hemos oído muchas veces, y claro que ha cambiado, a peor. Por ejemplo, al llegar el nuevo milenio nos decían que este nuevo siglo iba a ser una maravilla, nos lo pintaron de colores, y por el contrario, estamos acabando con el planeta, y el ser humano cada vez es más egoísta y ruin. Nos dijeron que todo iba a cambiar después de la última crisis económica, y claro que ha cambiado. A peor, Los poderes económicos se han hecho al fin con el poder político, y los representantes de los ciudadanos, tienen las manos atadas en su labor de mejorar la vida de los ciudadanos.
Por eso, haríamos bien los ciudadanos en exigir a los políticos, si a esos azules, rojos, morados, naranjas, y todos los demás, que no nos coman más el coco, que no nos cuenten sus rollos ni ideologías, que se dediquen a solucionar los problemas, sin contarlo, y sin aparición en los medios, ni directa, ni por medio de los tertulianos a los que pagan para que nos laven el cerebro. Y que una vez que hayan solucionado los problemas, entonces, sí. Entonces que salgan todos juntos a darnos la solución. Entonces, volveremos a salir a los balcones a tocar las palmas para celebrar que algo ha cambiado.
Y mientras los políticos hacen esto, los medios debieran dar las noticias con el único fin de informar, solo informar, sin criticar, opinar, ni marcar tendencias, que seamos los ciudadanos quienes creemos nuestra propia opinión. Y que hagan más trabajo de investigación, y no de voceros de tal o cual partido. Entonces, volveremos a salir a los balcones a tocar las palmas para celebrar que algo ha cambiado, y tal vez entonces, la prensa vuelva a los quioscos.
Ese día, habremos ganado a dos virus, al biológico, y al político.
En fin, como dijo alguien, los sueños, sueños son, y me temo que después del día de la gran celebración, vamos a tener un despertar terrible. Podemos ir preparándonos para lo que vendrá después, porque el verdadero virus, no es el Covid-19, el verdadero virus, me temo que somos nosotros.
Cuando todo esto acabe, todo volverá a empezar de nuevo.