Introducción
El feminismo como movimiento político comenzó a finales del siglo XIX, la primera ola, que se centró mayoritariamente en el derecho al sufragio de la mujer; la segunda ola aparece en los años 60s y 70s centrándose en la total liberación de la mujer y equiparación en derechos con el hombre; por último, la tercera ola comienza en los años 90 alimentada por colectivos LGTB+, adoptando el manifiesto contrasexual, la ideología de género y el cuestionamiento de roles.
El movimiento de primera ola, lejos de lo que pueda parecer, tiene origen en la derecha: Las mujeres pertenecientes a la clase burguesa se preguntaban por qué mejoraban los derechos de la clase obrera y de otras razas, mientras ellas continuaban ancladas, considerándose pertenecientes a una clase social privilegiada.
Esto es, a grandes rasgos, una muy breve historia del feminismo, para saber dónde nos encontramos. Aunque aceptemos esta cronología, es muy importante que seamos conscientes de que no en todas las naciones, territorios, e incluso clases sociales o etnias dentro de un mismo país, se desarrolla el movimiento al mismo tiempo, y podríamos asegurar que en los 80 en USA o UK las mujeres podían encontrarse ya preparadas para la previa de la tercera ola, mientras en España aún apenas había comenzado a ponerse en marcha la segunda.
No podemos dar por hecho al hablar con otra persona, que su entorno, familia o comunidad se encuentren en el mismo nivel de desarrollo que el nuestro, por exceso o por falta. Esto es aplicable tanto para el feminismo como para cualquier otro movimiento social o pensamiento ideológico.
El enfoque erróneo del feminismo actual en la causas de la desigualdad
Analizaremos las dos más comentadas estos meses, debido a la huelga, pero existen muchas más:
Brecha salarial
FALACIA
- El argumentario feminista afirma sin matices que toda mujer percibe un salario menor que cualquier hombre para el mismo puesto de trabajo y responsabilidad.
REALIDAD
- En un mismo puesto de trabajo y responsabilidad, y misma jornada, no hay desigualdad salarial. La brecha se manifiesta si se comparan a grosso modo los salarios, sin distinguir entre distintos empleos, ni bajas, ni horarios, ni peligrosidad o pluses. La mujer acepta, en general, empleos más sencillos o más precarios, de menos horas, se toma más bajas, por ello de forma generalizada cobra menos y cotiza menos para su pensión. El principal motivo es la maternidad o el cuidado de otros familiares, la causa de la desigualdad es la ausencia de ayudas a las familias para solventar estos problemas.
Esto se soluciona desde el ámbito del estado proporcionado ayudas para la dependencia, equiparando los permisos retribuidos de paternidad y maternidad, aplicando mayoritariamente la custodia compartida, creando guarderías públicas... Desde el ámbito familiar equiparando roles en el hogar.
Creo que no hace falta decir por qué al poder económico le interesa perpetuar la falacia, enfrentando a hombres y mujeres, en lugar de poner solución al problema.
Techo de cristal
FALACIA
- El argumentario feminista afirma sin matices que ninguna mujer podrá superar determinado nivel en su carrera profesional porque los hombres copan la cúspide y no permiten acceder a las mujeres.
REALIDAD
- El sistema capitalista impide a todos, seas hombre o mujer, acceder a la cúspide. Es un hecho que en los principales puestos directivos, quienes dirigen el IBEX35 y la maquinaria del estado, provienen de las mismas familias que ya oprimían a nuestros padres, abuelos, tatarabuelos... Las grandes empresas se hederan, al igual que las grandes fortunas o poderes.
Al poder le da igual que seas hombre o mujer, lo que le importa es que pertenezcas a su casta y la perpetues. A su familia le importa poco o nada que Ana Botín sea una mujer mientras continúe aumentando la fortuna familiar, del mismo modo que a la casa real le importa poco o nada que Leonor sea mujer, mientras se convierta en reina y perdure la monarquía. Lo peor es que nos han vendido esto como un 'avance en la igualdad' y el feminismo se lo ha tragado.
Que haya tantos hombres en esas juntas directivas, en puestos de poder, obedece a dos causas:
- La tradicional herencia padre -> hijo de esos puestos en estas familias de corte conservador.
- La longevidad y escasez de puestos. Es evidente que estos puestos son muy limitados y solamente son renovados cada mucho, por lo que tienen que pasar varias generaciones para que sean sustituidos por mujeres.
Nos han vendido que es un problema entre hombres y mujeres, cuando se trata de un problema de los de arriba contra los de abajo. Las mujeres, al igual que los hombres, pueden emprender, tratar de crear sus propias empresas para ser la cúspide desde el minuto cero, sin embargo encontrarán otro techo que poco tiene que ver con el machismo: El poder económico ya establecido y al que le molesta tu competencia.
Conclusión
Hay personas que siempre atacan en base a que un hombre no puede opinar sobre feminismo, que es contraproducente, mientras al mismo tiempo abrazan discursos de cómo combatir la pobreza, provenientes de fundaciones de las familias Gates, Rockefeller o Rothschild. Ricos privilegiados enseñándonos cómo se combate la pobreza... eso si está bien visto.
La mayor victoria que ha conseguido el capital es convencer a gran parte de las clases 'medias' y bajas, que su problema no es que cuatro familias controlen la economía y el gobierno de los países, sino que cada síntoma de desigualdad se debe a otras terceras causas no relacionadas con la concentración de poder. En este caso promover la lucha entre sexos.
A la derecha institucional le interesa que perdure el debate porque, mientras se discute de esto, no se cuestiona a las familias privilegiadas.
A la izquierda institucional le interesa esto porque, es mucho más fácil anunciar medidas contra el 'machismo', que contra los poderes económicos establecidos.
Sí, todos hemos picado. Con la ayuda de la maquinaría de propaganda que son los medios de comunicación.