Aunque el lobby de los combustibles fósiles sigue sembrando dudas acerca de la implicación del ser humano en el calentamiento global, los datos y las predicciones estaban ya meridianamente claras en una época tan temprana como el ya lejano año de 1959. Y esta sombría predicción fue realizada nada más y nada menos que por Edward Teller, el físico al que se considera el padre de la Bomba de Hidrógeno estadounidense.