El ensayo que terminé de escribir el 28 de abril de 2018 (La Estafa del Euro explicada a un niño de 6 años), finalizaba con el siguiente párrafo: "El objetivo principal de los nacionalistas y del PSOE es que Rajoy deje aprobados unos Presupuestos Generales de Estado expansivos antes de irse. Las bochornosas imágenes de Cristina Cifuentes en el cuarto de Eroski no dejan lugar a dudas sobre el tipo de coerción que pueden llegar a ejercer los Golpistas cuando llegue el momento oportuno. Buenos pretextos y circunstancias para presentar una moción de censura abundan en un clima de podredumbre política y moral como el que padece España desde hace más de una década". Decir que todo lo que ocurre a partir de septiembre de 2016 estaba cantado, ya son ganas de quedarse corto: "Es sabido de todos que Zapatero y Fernández Ordóñez se la jugaron a Mariano Rajoy en 2010 con motivo de la intervención de CajaMadrid. El coste electoral de aquella traición ha sido tan elevado para el Partido Popular en toda la legislatura que es improbable que nadie en la Calle Génova vuelva a cometer el error de fiarse de la palabra y las buenas intenciones del PSOE. No se trata de humillar a los socialistas, sino de obligarles a comprometerse públicamente. Carece de cualquier sentido que el nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy se someta a los caprichos políticos de Cs, al sabotaje de su acción de gobierno y al linchamiento personal constante desde los medios controlados por Podemos y los secesionistas catalanes. Sería un grave error histórico para el PP tener que hacer frente a una Insurrección en Barcelona con solo 137 diputados y con la retaguardia al descubierto".
Desde que PNV y CS consuman su traición al PP, el PSOE ha venido gobernando muy cómodo con los Presupuestos que dejó aprobados el gobierno de Mariano Rajoy. Serán 15 meses cuando Pedro Sánchez quede investido como Presidente de Gobierno. Cómico pero cierto: En Bruselas y Berlín aplauden las cuentas y los cuentos del PSOE, y no verán nada malo a facilitar que Psoe, Podemos y ERC retrasen hasta la primavera de 2020 la aprobación de su propio Presupuesto. 2 años y media legislatura cuadrando el círculo, capitalizando en beneficio propio el trabajo de Mariano Rajoy, y viendo como la Oposición no sale de su charco.
Con este hace 17 años que el PNV, el PSOE y el Lobby Catalán comparten una misma Hoja de Ruta, que los fiscales y jueces del Supremo se inclinan a calificar abierta y jurídicamente como Golpe de Estado. Sustituir la legalidad que emana de la Constitución de 1978 por una lógica jurídica impuesta al Sujeto Soberano. El mayor riesgo para la Democracia no es la división del Centro Derecha entre los "blandos" del PP y los "duros" de Vox, sino el desánimo y la rendición del Pueblo Soberano. Esa sumisión al Poder y resignación a que la Administocracia tutele sus vidas es lo que Ana Arendt definía como totalitarismo. Es hasta comprensible: observa que con 123 diputados al PSOE le sobran escaños para gobernar con absoluta libertad; al PP no le dejaban gobernar ni con una mayoría absoluta de 186 diputados.