Durante años, la misma pregunta ha rondado en mi cabeza...tal vez utópica, tal vez absurda o sin haberme dado cuenta, vetada. ¿Por qué el ser humano no camina en una misma dirección? Me explico, todos sabemos que sería imposible hacer compatibles los infinitos intereses por los que luchamos, precisamente por eso, porque son infinitos. Ahora bien, si leemos de principio a fin estos cinco puntos:
- Educación de calidad.
- Acceso a una sanidad excelente.
- Aumento de un empleo justo.
- Seguridad y carencia de violencia.
- Justicia imparcial.
Y en alguno de ellos, no estás de acuerdo, pueden pasar dos cosas: o que seas un fracaso como persona o dos, tengas un trastorno mental. Entonces, ¿ Por qué no conseguimos llevar un mismo estandarte? ¿Realmente somos tan diferentes en un nivel tan innato de intereses?
Una primera reacción que podríamos tener, es la de creer que son objetivos generales, que al desarrollar cada punto nos encontraríamos con problemas más complejos, problemas que tal vez escapen a nuestro conocimiento. La falsa estupidez inculcada desde niños.
Por otro lado, también podríamos razonar, afirmando que no existe el mundo perfecto, siempre debe existir esa desigualdad que mantiene el equilibrio y por ende sería absurdo intentarlo.
Comparando estos dos razonamientos, podemos decir que son completamente diferentes, sin embargo, el final es el mismo : El abandono hacia un interés de mejora social.
La tendencia del primer grupo: aquellos que, abandonado todo signo de lucha social, defienden su postura justificando una complejidad de desequilibrios que CREEN, escapan a su entendimiento. Personas que estarían destinadas a estar al pie del cañón, en primera línea, defendiendo unos objetivos comunes por los que se ven afectados de primera mano. Esclavos agradecidos, desdichados rendidos... ¿No deberían ellos impulsar el motor a favor del sentido común?
El pensamiento del segundo grupo: la falsa convicción de creer en una desigualdad que por naturaleza debe existir... En el reino animal siempre han habido presas y depredadores, líderes y manadas, pero... ¿No debería el ser humano evolucionar? ¿No existe una nueva línea de pensamiento donde con una colaboración común podríamos hacer un mundo más justo y sensato?
Analizando estas dos corrientes tan sumamente diferentes, podríamos dar explicación al fracaso de participación política y a la falta de interés por elegir un representante; "al final son todos iguales" decimos, pero, ¿no eres tú igual que el resto de los votantes? ¿Realmente piensas que tu voz se queda en el vacío?
Si sumamos a esto, las consecuencias y el gran ruido que provocan los pensamientos extremos que se alejan de los intereses básicos con los que comenzamos este escrito, tenemos como resultado a marionetas guiadas por unos sentimientos de odio y defensa incondicional de ideales inútiles. Marionetas cuyo miedo al cambio y con un ego inconsciente, temen el posicionarse con sus "enemigos ideológicos" por un mismo bien común.
No me gustaría poner en duda la diversidad de la humanidad y las diferentes condiciones que afectan a cada uno de los miles de millones que existen en nuestra única tierra, sin embargo, ¿No es la humanidad lo que debería hacernos diferentes de los animales? ¿Llegaremos algún día a entender la necesidad de unificar la sensatez dejando de lado nuestro ego?