Como es por todos sabido, la relevancia mediática de un suceso depende única y exclusivamente de si dicho suceso supone un beneficio para los medios de comunicación. En los dos últimos años todos los diarios tanto de prensa escrita, digital, radio, televisión, etc. se han centrado en dar especial relevancia a todos los sucesos en los que tiene como víctima a una mujer, no hay ni una sola semana del año en el que no nos encontremos los informativos abriendo con una noticia relacionada con el tema.
Como profesionales de la comunicación son los redactores y directores de dichos medios los responsables de juzgar que noticia tiene más relevancia para la sociedad y cual no la tiene o tiene menos. Estos medios se escudan en el derecho de la sociedad a mantenerse informada, pero la realidad es que ese derecho a la información está sujeto a los propios intereses económicos del informativo en cuestión más que el derecho de la sociedad. Este hecho no es del todo ilícito ya que, al tratarse de empresas privadas, deben procurar aspirar a tener la mayor audiencia posible para conseguir los ingresos de publicidad con los que pagar a sus empleados e incluso crecer como empresa y generar más puestos de trabajo. Esa visión del negocio de la información es completamente lícito y legal, no podemos ponerle pegas al respecto, pero el verdadero problema viene a continuación y debe dividirse en 2 partes:
1º. El insaciable deseo de los medios de comunicación por generar morbo:
Desde hace ya muchos años (décadas me atrevería a afirmar) los medios de comunicación han ido siguiendo una tendencia cada vez mayor de escandalizar a la sociedad. Ya sea a través de la prensa generalista, como de la prensa rosa y otros periodismos especializados (el deportivo en particular) han basado el crecimiento de sus negocios en generar en su audiencia el morbo por conocer los detalles más mórbidos y escabrosos sobre cualquier acontecimiento. Interviú usaba desnudos de mujeres famosas como imagen de portada y póster desplegable en su interior para atraer a un público hacia un, por otro lado, periodismo serio y de calidad que no estaría tan predispuesto a consumir su producto si no tuviese dichos desnudos como aliciente principal.
Incluso los programas de entretenimiento se han ido centrando cada vez más en la generación de morbo como medio único y exclusivo de generar audiencia- Los que peinan canas recordarán aquella nochevieja de 1988 y el "tetazo" de Sabrina en el programa especial de nochevieja de TVE www.youtube.com/watch?v=QiJoqrqORAE
O aquellos comienzos de Telecinco en 1990 con aquel programa de humor llamado Tutti Frutto y el momento estelar de la noche: El baile de las mamachicho. www.youtube.com/watch?v=wpEcllK-6Ig
Esta noche cruzamos el Mississippi, Crónicas Marcianas, Gran Hermano, El diario de Patricia, Callejeros, Mujeres, Hombre y viceversa.... la lista de programas es inagotable y no solamente en televisión. También cabe recordar programas en la radio como Anda Ya! de los 40 Principales y su "prueba de novios" donde cualquier desgraciado e incauto podía ponerse en vergüenza pública permitiendo que los presentadores del programa intenten seducir a su pareja para que el idiota en cuestión pudiese confirmar lo que casi ya sabía: que tenía más cuernos que un venado. www.youtube.com/watch?v=K6Sknji5PG8
Los medios de comunicación han convertido el morbo, y no solamente el sexual, en su modus vivendi y han creado una dependencia en la sociedad por satisfacer dicho morbo. Y aquí es donde comienza el verdadero problema que ellos mismos han creado.
2º. La hipocresía de los medios de información ante la visión de su propio monstruo:
Al ser la generación de morbo (política, sexo, sucesos) el medio de vida de los medios de información, se han especializado en trozear y analizar cada detalle de una noticia hasta su máximo límite posible. Consiguiendo llenar el espacio informativo durante días con nuevos detalles de una misma noticia y repitiendo incesantemente toda la información ya proporcionada previamente. Con cientos de artículos de opinión que lo único que hacen es contarte una información que ya sabes con la única salvedad de que el articulista se permite dar su opinión personal sobre el asunto para que así no sientas que lo que te cuenta es irrelevante al ya conocer la noticia.
Básicamente actúan como narcotraficantes o camellos y su audiencia son los drogadictos a los que venderles sus dosis de drogas. ¡Eso, si! bien adulterada y en la dosis adecuada para que el yonki sienta el síndrome de abstinencia la antes posible y así venderles más mandanga.
El problema surge cuando esa audiencia adicta considera que la dosis que le ofrecen sus camellos no es suficiente y necesitan más y, en esa necesidad, deciden recurrir a otros métodos para conseguir su dosis (ya que son conscientes que sus camellos no se la van a proporcionar). Eso fue algo que ya pasó en el caso de "la manada de los San Fermines": La avaricia y el afán de los medios por generar un sensacionalismo constante y permanente sobre el caso llevo a que un grupo de personas se uniesen en internet para averiguar la identidad de la victima del delito. Y lo consiguieron usando la misma información que los medios publicaban.
Los medios de comunicación, en vez de entonar un mea culpa por ser los causantes de revelar una información sensible que llevó a la identificación pública de la víctima, decidieron que la culpa era de aquellos que se propusieron dar a la sociedad la dosis definitiva de morbo que ellos se negaban a ofrecer. Convirtiéndose, de una manera cínica e hipócrita, en los adalides de los verdaderos valores morales de la sociedad y en los caballeros blancos de una tragedia que ellos mismos habían creado.
También cabe recordar el primer suceso de sexting que tuvo relevancia mediática en España (y que tiene relación directa con el suceso de IVECO): El vídeo casero de Olvido Hormigos. Aquel suceso fue uno de los mas relevantes del 2012 y no solo por el morbo de que se supiese que había rulando por las redes sociales un vídeo de una concejal (a la que sólo conocían en su pueblo) masturbándose, sino también por como el gobierno de entonces aprovechó el suceso para darse autobombo (y también crear una ley necesaria y acorde a los tiempos de intercomunicación en los que vivimos: Al Cesar, lo que es del Cesar.). Pero ya entonces los medios de comunicación se escandalizaban al ver la sed de la sociedad por saciar el morbo de ver el famoso vídeo y se preguntaban a que se debía ese comportamiento de la sociedad, sin comprender que ellos eran los causantes de esa necesidad.
Hoy, con el suceso de IVECO, volvemos a encontrarnos ante un incesante número de artículos, en los que los periodistas aún se preguntan, de una manera muy hipócrita, porqué la sociedad se comporta así:
www.meneame.net/story/listo-todo-sabe-sobre-horrible-caso-iveco
www.publico.es/tremending/2019/05/30/otra-muestra-mas-de-una-sociedad-
Y no conformes con esa hipocresía, se permiten la doble moral de enseñarnos como reprimir ese morbo que ellos mismos nos inducen a consumir.
www.meneame.net/story/hacer-recibes-video-sexual-aparecen-implica-pers
Quizás va siendo hora de recordarles a esos "profesionales" del periodismo y la comunicación que el derecho a la información no es ninguna patente de corso, que su ética debe de tener más límites que la información veraz y la protección de la identidad de ciertas personas, que su responsabilidad va más allá de aumentar los ingresos de publicidad de su programa a base de tener a la audiencia pendiente de la noticia morbosa del día/semana/mes/año.
Es más necesario que nunca hacerles entender que ellos son el Doctor Frankestein y la sociedad, a la que hipócritamente juzgan, es su monstruosa creación.