#47 Te compro tu racionamiento,excepto por esta frase:"distanciamento social" que en las grandes urbes son impraticbles.
Lo que nos deja con la imposibilidad de llevar una viva normal.
En mi humilde opinión, pienso que hay un dilema entre salud y economía. Es difícil e incompatible buscar un equilibrio, que no favorezca o merme en exceso a uno u otro.
Gana la economía. ( y en boca de un ateo, que dios nos coja cofesaos).
En ERTE desde el cinco de Abril.
La semana pasada recibo una carta del SEPE indicando que cobraré el diez de Junio. No indica si me pagarán Abril y Mayo.
(No me ha dado tiempo de editar. Esto es una ampliación de mi anterior comentario) Los comportamientos que relatáis , son consecuencia del tratamiento que ha sufrido Andalucía desde los tiempos de la Reconquista.
No sé que me da mas asco, el meneo o la mayoría de comentarios que se han volcado aquí.
Ahora resulta que la pobreza endémica de esta tierra es culpa de los que la sufren. No del expolio continuo de unos pocos, llevado a cabo durante siglos.
A muchos de los que habéis dejado aquí vuestras mierdas, un consejo: leed un poco de historia, lo mismo os hacéis un favor.
Sentirse orgulloso del sitio donde has nacido, no habiéndolo decidido tú, me parece una gilipollez. Yo, por mi parte, voy a decidir nacer en Laponia (me gusta el frío y los espacios abiertos).
#95 Te hubiera quedado mejor así: "Una vaga sevillana, capillita, derechosa e idiota, que esta por sus mamandurrias a base de prometerle a sus apoyos las suyas.
No da ni para vender melones en una cuneta."
Después de leer el articulo y los 84 comentarios anteriores a este he llegado a la conclusión de que comer es malo. Dejemos de comer.
Ahora en serio: no creo que el problema principal del aceite de palma sea su ingesta, sino los estragos que hace su cultivo a gran escala.
Gracias a #0 por su oportuna pregunta y a los demás comentaristas por sus aportes. Me apunto varias sugerencias.
Recomiendo "Una serie de eventos desafortunados" (en españa la han titulado "Una serie de catastróficas desdichas".
"Basada en los bestsellers mundiales del escritor Lemony Snicket (pseudónimo de Daniel Handler) y protagonizada por Neil Patrick Harris, ganador de los premios Emmy y Tony, Una serie de catastróficas desdichas relata la trágica historia de los huérfanos Baudelaire —Violet, Klaus y Sunny—, cuyo malvado tutor, el conde Olaf, no se detendrá ante nada para adueñarse de su herencia. Los hermanos tienen que adelantarse siempre a Olaf, desbaratando todos sus planes y argucias, para descubrir pistas sobre la misteriosa muerte de sus padres. (FILMAFFINITY)".