Pues, cuando me cruce con alguno de los parlamentarios por la calle, se me va a escapar el dedo corazón y se va a quedar tieso, pero que muy firme y hacia arriba. Una erección de falange central, podrían llamarla.
Bah, estáis fatal. Un himno, una bandera, un lugar... ¿qué son? El lugar, pase, pero el himno y la bandera... maldita sea, luego os quejáis de pensamientos del medievo en la actualidad, cuando vosotros mismos lleváis a fuego ese atavismo de colores y soniquetes nacionales (de dónde seáis, creáis o queráis ser) y no hacéis más que alimentar un bonito trueque de adrenalina que no os da más a cambio que unos cuantos berrinches que, con la debida manipulación, pueden desencadenar en algo exquisito para las grandes empresas sanitarias...
En fin, vosotros mismos. Os dejo con vuestra puta paranoia.
Oh, ¿es aquí la famosa página de un tipo que roba fotos pero no deja que vuelvan a robarlas? Me dan ganas de capturar su blog entero, foto a foto, cacho a cacho, gramo a gramo, estopa a estopa (sorry), permitir la libre circulación desa obra de arte y, sobre todo, de quedarme para mí solito la mayestática cabecera de su humor.
Lo mejor de la foto es su pie: Todos los derechos reservados, dice.
Por favor, por favor, ¿verdad que la habéis hecho llegar a portada por eso, eh, sarcásticos míos?