Vuestros años de apoyo incondicional a Fernando Alonso al fin han dado resultados: por fin hemos descubierto en qué ha empleado Suiza la recaudación derivada de los acaudalados ingresos que alimentasteis inconscientes. En cuanto a nosotros, parece que la difícil situación fiscal no va a dar para seguir financiando el modelo de "ladrillum et futbolenses": ello supone un duro revés para nuestra "generación Eufemiano", que despojada de sus mejores centrochuts ha acabado interpretando el papel del emperador desnudo del cuento. En cualquier caso, malas noticias para nuestra puntera industria bioquímica, cuya única esperanza es ahora un prometedor tenista mallorquín.
Disfrutad de los frutos de vuestro fratriotismo, queridos nacionalistos.
Disfrutad de los frutos de vuestro fratriotismo, queridos nacionalistos.