#18 El número de gudaris nacionalistas que acabaron en los campos de concentración alemanes fue bastante menor proporcionalmente comparado con el de otros refugiados republicanos (dónde si que fueron especialmente represaliados los nacionalistas cascos no fue en Francia ni Alemania sino en España).
También hubo quién acabó simpatizando con los nazis como el vasco franés Jean Ibarnegaray (fácilmente reconocible porque siempre vestía una gran txapela), ministro del gobierno colaboracionista de Petain o el alucinante caso de Martín de Arrizubieta que todavía se encontraba en Berlín en el momento mismo de las entrada del Ejército Rojo. Fueron casos aislados pero demuestran que de todo hubo y que la represión que sufrieron los vascos de manos de los nazis fueron equivalentes a las que sufrieron tantos y tantos pueblos de Europa (incluyendo a los propios alemanes) aunque no por el mero hecho de ser vascos.
Completamente en desacuerdo, el ascenso de una potencia que respeta los derechos humanos aún menos que EEUU no me parece una buena noticia.
"...significa adecentar países para crear una masa que consuma. Es decir, dejar de apoyar dictadores africanos que no crean una clase media que consuma..."
No es tan preocupante, con la llegada del TAV Cuenca será Cornucopia, florecerán negocios por doquier y las instituciones públicas batirán records de recaudación.