Me parece vomitivo lo que hace cierta gente de izquierdas, de señalar como facha o criticar duramente a quien habla neutralmente del problema sanitario actual. Para algunos fanáticos, el que no suscriba palabra por palabra lo que dice Simón es un fascista hitleriano al que hay que machacar.
En cuanto a este médico, mi opinión es que está contribuyendo a salvar muchas más vidas que otros. Está haciendo un gran esfuerzo por explicar la realidad, para enseñar a la gente cómo protegerse, para advertir de la gravedad de la situación, y para informar de lo que ocurre visto, desde dentro del sistema sanitario.
Sin embargo no hay que obviar que estamos en España, país de cainitas, donde no se duda en atacar al que vale de verdad.
A mi me parece fatal esa campaña que se ha hecho desde la izquierda en contra del hospital. Han conseguido que no quieran ir allí ni los pacientes, ni el personal sanitario, y que encima estén haciendo boicots físicamente.
El odio político en este país es enfermizo. Viendo lo que opina la gente de izquierdas más radical no me extrañaría que lo estén haciendo para perjudicar a Ayuso, y de paso a cientos de pacientes ingresados. Es un delito muy grave.
“ Las jarras de agua serán ilimitadas, pero los diputados también tienen acceso al alcohol. La adjudicataria debe incluir una carta de vinos, así como cerveza.”
La restricción es permitir hasta 6 personas por mesa en bares y restaurantes, que puedan estar abiertos todo el día, hasta las 12 de la noche, y limitaciones de movilidad que nadie controla.
Los políticos españoles no están protegiendo a la ciudadanía del virus,
con la idea equivocada de favorecer la economía (turismo y hostelería). El efecto es justo el contrario. Si los turistas perciben que España es un país de riesgo no vienen, o incluso peor, sus países de origen pueden bloquear vuelos con el nuestro. Es el caso ridículo que sufrimos en verano, del que muchos avisaron con antelación: después de casi eliminar el virus, abrimos las fronteras, vinieron unos cuantos miles de guiris sin medidas de seguridad, nos llenaron el país de virus, y prácticamente todos los países del mundo prohibieron viajar a nuestro país, con lo cual ni tuvimos apenas ingresos por turismo, ni protegimos nuestra salud.
Debería haber ya un confinamiento. Se está forzando demasiado la situación. La campaña socialista en Cataluña se podría demorar un par de meses. El único inconveniente es que perderían el “efecto Illa”, que realmente no sabemos si es tan potente como dicen.
La verdad es que la gestión no está siendo nada buena. Antes ha salido en TV una comparativa de comunidades, teniendo en cuenta la destrucción de empresas, aumento del paro e incidencia del virus. Madrid es una de las peores de España (no sé si la segunda o la primera) en estos tres ámbitos. No se ha salvado la economía y está habiendo una gran incidencia a nivel sanitario. Los gobernantes no entienden que si la gente se está muriendo no va a consumir y los que no, tienen miedo de salir a gastar. La única solución es lo que han hecho en China, Australia o Taiwán: controlar la pandemia.
En Madrid nos podemos ir preparando. El plan anti-covid es el de abrir aún más la hostelería. En lugar de un máximo de 4 personas por mesa, ahora se pueden juntar 6, cosa que la gente hará gustosa. Y mientras tanto la presidenta, de campaña electoral en Cataluña.
Al menos hoy el Gobierno ha escuchado las plegarias y va a bloquear vuelos con Brasil y Sudáfrica. De UK se siguen permitiendo viajeros. Es mejor que nada, aunque si lo hubieran querido hacer bien, habrían puesto esas restricciones hace más de un mes porque a estas alturas los nuevos virus habrán llegado en grandes cantidades.
En cuanto a este médico, mi opinión es que está contribuyendo a salvar muchas más vidas que otros. Está haciendo un gran esfuerzo por explicar la realidad, para enseñar a la gente cómo protegerse, para advertir de la gravedad de la situación, y para informar de lo que ocurre visto, desde dentro del sistema sanitario.
Sin embargo no hay que obviar que estamos en España, país de cainitas, donde no se duda en atacar al que vale de verdad.