Cuenta una leyenda budista que un gato se quedó dormido sobre la túnica de Buda. Este último decidió no molestar su apacible sueño y, para seguir con sus actividades, cortó el pedazo de tela alrededor del felino para poder levantarse sin interrumpir su descanso.
A partir de este momento, y según la leyenda budista sobre los gatos, el gato comenzó a formar parte de las meditaciones budistas. El maestro que hizo que el felino comenzara a formar parte de estos encuentros un buen día falleció.
Tras preguntarse qué camino seguir, su sucesor permitió que el gato los siguiera acompañando en sus clases y meditaciones de budismo zen. Esta historia comenzó a expandirse a los templos de la región y, para el momento en que el gato falleció, ya muchos templos habían adoptado a estos animales como compañeros de la meditación.
Incluso, llegaron a escribirse tratados científicos que comprobaban que la presencia del gato aumentaba la concentración del ser humano. Así fue como se originó esta leyenda budista sobre los gatos.
#52 ¿Y a que pensabas que me refería? Hitler solo pensaba en el bienestar del pueblo judío, no quería exterminarlos solo enviarlos a su tierra prometida, y no lo digo yo, lo dice el próximo premio Nobel de la Paz Benjamin Netanyahu si en el fondo los malos son los Palestinos, especialmente los niños