La película fue rodada en su mayor parte en España, la mayor parte en Almería, salvo el principio, el cual transcurre en unos bosques nevados, que se rodó en Segovia. Quizá la zona y paisaje más reconocible se corresponde con los fotogramas tomados en la Ciudad Encantada de Cuenca. En dichas escenas se pueden admirar varias de las esculturas naturales de dicho paraje, por ejemplo el Tormo Alto.