#7 Pues no te voy a dejar con la duda, ya que está el teclado caliente y megavideo aún raptado, te lo cuento. Yo me fui de España en el 2003 (a Suecia) en mitad de un gobierno de un Aznar endiosado. A principio de ese año pase un mes limpiando chapapote metido hasta las rodillas en las playas de Galicia mientras oía al que ahora es presidente hablar de "hilillos", había visto a Trillo (flamante nuevo embajador en Washington) darle a sus familiares los restos de unos soldados como el que reparte basura y luego reírse, y había pasado un día si y otro también en la calle protestando por una guerra inhumana. Era el año del gobierno prepotente del PP, el que se creía que nada lo podía tumbar, el del Ansar de la foto de las Azores que casaba a su hija en el Escorial. Me fui de España sin nada pero sin mirar a atrás. No entendía a la sociedad española y me sentía atrapado con 21 años en un sistema que no respetaba. Así que me fui para no volver.
Un año más tarde Zapatero me engañó. Yo confié en él; realmente su determinación al sacar las tropas de Iraq, al aprobar el matrimonio gay... pensé que era el cambio. La ruptura con la España anclada en su pasado y el inicio de un proyecto en el que yo podía/quería participar. Como te digo: me engañó y volví a España, dejando atrás una sociedad de la que me había enamorado, pensando que podríamos construir algo similar en España. Cuando empezó a aprobar las medidas liberales y obsesionarse con Merkel como antes Aznar lo hizo con Bush, cuando empezó a hacer esa política que se suponía que habíamos dejado atrás y a comprar votos con trucos de ilusionista como los 400 euros aquellos famosos... me sentí traicionado. No sólo por él en concreto, también por la sociedad ombliguista y del "me lo haces sin IVA" que no solo no exigía nada a sus políticos sino que, montada en un BMW, se dirigía a toda velocidad hacia un precipicio y su forma de evitarlo era cerrar los ojos.
Llegareis. Además los pocos que tengan trabajo tendrán unas condiciones que hace 15 años estarían consideradas tercermundistas, con un sistema de salud que os dejará a vuestra suerte, con un sistema educativo en el que solo podrán tener una educación decente quien pueda pagársela. Con un sistema social que os hará vivir con miedo a quedaros embarazadas, a romperos una pierna o a haceros viejos porque perderéis vuestro trabajo por ello.
Eso si, llegareis sin haber hecho nada por impedirlo, sin haber salido a la calle, sin haber luchado por cambiar las cosas. Llegaréis por haber envidiado al que le iba bien y deseado su caída, por haber hundido al que intentó cambiar las cosas porque no lo hacía como vosotros queríais. Porque los españoles habéis nacido para estar sometidos, para ser el rebaño que se deja llevar con engaños burdos. Y eso es lo único para lo que servís: para carne que alimente a vuestros dueños.
Un año más tarde Zapatero me engañó. Yo confié en él; realmente su determinación al sacar las tropas de Iraq, al aprobar el matrimonio gay... pensé que era el cambio. La ruptura con la España anclada en su pasado y el inicio de un proyecto en el que yo podía/quería participar. Como te digo: me engañó y volví a España, dejando atrás una sociedad de la que me había enamorado, pensando que podríamos construir algo similar en España. Cuando empezó a aprobar las medidas liberales y obsesionarse con Merkel como antes Aznar lo hizo con Bush, cuando empezó a hacer esa política que se suponía que habíamos dejado atrás y a comprar votos con trucos de ilusionista como los 400 euros aquellos famosos... me sentí traicionado. No sólo por él en concreto, también por la sociedad ombliguista y del "me lo haces sin IVA" que no solo no exigía nada a sus políticos sino que, montada en un BMW, se dirigía a toda velocidad hacia un precipicio y su forma de evitarlo era cerrar los ojos.
Así que cuando la ira me desbordó, volví a… » ver todo el comentario